miércoles, 6 de abril de 2011

NUESTRA DECLARACIÓN DE FE

LAS ESCRITURAS. Las Escrituras del Antiguo y el Nuevo Testamento fueron dadas por la inspiración de Dios, y son el único estándar suficiente, seguro, y autorizado de todo conocimiento, fe y obediencia que salva.

DIOS. Hay un solo Dios, el Creador, Conservador y Gobernante de todas las cosas, teniendo todo tipo de perfección en Sí Mismo y de Sí Mismo, y siendo infinito en cada uno; y a El toda criatura le debe el nivel más elevado de amor, reverencia y obediencia.

LA TRINIDAD. Dios se revela a nosotros como Padre, Hijo y Espíritu Santo, cada uno con distintos atributos personales, pero sin división en Su naturaleza, esencia o ser.

LA PROVIDENCIA. Dios, desde la eternidad, decreta o permite que acontezcan todas las cosas, y sostiene, dirige y gobierna perpetuamente todas las creaturas y todos los eventos sin ser de ninguna manera el autor o el aprobador del pecado, y sin destruir el libre albedrío y la responsabilidad de las criaturas inteligentes.

LA ELECCIÓN. La elección es la selección eterna de Dios de algunas personas para la vida eterna – no por algun mérito previsto en ellos, sino por Su mera misericordia en Cristo – y por consecuencia de esto son llamados, justificados y glorificados.

LA CAÍDA DEL HOMBRE. Dios originalmente creó al hombre a Su propio imagen, y libre de pecado; pero, por medio de la tentación de Satanás, el hombre transgredió el mandamiento de Dios y cayó de su santidad y justicia original; por lo cual su posteridad (es decir, descendientes) heredan la naturaleza corrupta y completamente opuesta a Dios y Su ley, están bajo condenación, y tan pronto como son capaces de acción moral, llegan a ser transgresores verdaderos.

EL MEDIADOR. Jesucristo, el Hijo unigénito de Dios, es el mediador designado divinamente entre Dios y el hombre. Habiendo tomado en Sí la naturaleza humana, pero sin pecado, Él cumplió con la ley perfectamente, padeció y murió en la cruz por la salvación de pecadores. Fue sepultado, resucitó al tercer día, y ascendió a Su Padre, en cuya diestra vive para siempre para hacer intercesión por Su pueblo. Él es el único Mediador, Profeta, Sacerdote, Rey de Su Iglesia y Soberano del universo.

LA REGENERACIÓN. La regeneración es un cambio de corazón, una obra del Espíritu Santo, quién da vida a los que están muertos en sus transgresiones y pecados, iluminando sus mentes espiritualmente para salvación con el fin de entender la Palabra de Dios, y renovando su naturaleza completa para que amen y practiquen la santidad. Es una obra solamente de la gracia gratuita y especial de Dios.

EL ARREPENTIMIENTO. El arrepentimiento es una gracia evangélica, en el cual el Espíritu Santo hace consciente a una persona de la maldad multiforme de su pecado, para que se humille con tristeza piadosa, que deteste, y aborrezca el pecado [es decir, odie] y a sí mismo, con el propósito de caminar ante Dios de tal manera que le agrade en todas las cosas.

LA FE. La fe salvadora es la creencia, basada en la autoridad de Dios, de cualquier cosa que se revela en Su Palabra referente a Cristo; aceptándolo y reposando en Él solamente para la justificación y la vida eterna. El Espíritu Santo obra en el corazón y acompaña toda la gracia salvadora y lleva a una vida de santidad.

LA JUSTIFICACIÓN. La justificación es la absolución misericordiosa y total de todo pecado por Dios de pecadores que creen en Cristo mediante el sacrificio satisfactorio que hizo Cristo en la Cruz. No es dado por algo merecido ni hecho por ellos, sino por causa de la obediencia y satisfacción de Cristo; ellos reciben y reposan en Él y Su justicia por fe.

LA SANTIFICACIÓN. Aquellos que han sido regenerados también son santificados por medio de la Palabra y el Espíritu de Dios morando en ellos. Esta santificación es progresiva a través del suministro de fortaleza Divina, la cual todo santo busca obtener, buscando una vida celestial en obediencia cordial [es decir, dispuesta] a todos los mandamientos de Cristo.

LA PERSEVERANCIA DE LOS SANTOS. Los que Dios ha aceptado en el Amado, y santificado por Su Espíritu, jamás caerán totalmente, ni rechazarán al final de cuentas, su estado de gracia, sino que ciertamente perseverarán hasta el final; y aunque pueden llegar a caer en el pecado por negligencia y tentación, constristando al Espíritu, impidiendo sus gracias y consuelos, trayendo reproche a la Iglesia y juicios temporales sobre ellos mismos, serán renovados nuevamente para el arrepentimiento y serán conservados por el poder de Dios mediante la fe que da salvación.

LA IGLESIA. El Señor Jesús es la Cabeza de la Iglesia, la cual se compone de todos Sus discípulos verdaderos, y en Él está invertido supremamente todo poder para su gobierno. Según Su mandamiento, los cristianos han de formarse en sociedades o iglesias particulares; y a cada una de estas iglesias Él ha dado la autoridad necesaria para administrar el orden, la disciplina y la adoración que Él ha designado. Los oficiales regulares de una iglesia son los Obispos (o Ancianos) y los Diáconos.

EL BAUTISMO. El bautismo es una ordenanza del Señor Jesús, obligatoria para todo creyente, donde es sumergido en agua en el Nombre del Padre, y del Hijo, y del Espíritu Santo, como una señal de su comunión con la muerte y la resurrección de Cristo, el perdón de los pecados y de su entrega a Dios, para vivir y andar en vida nueva.

LA CENA DEL SEÑOR. La Cena del Señor es una ordenanza de Jesucristo que ha de administrarse con pan y vino, la cual han de celebrar Sus iglesias hasta el fin del mundo. No es en ningún sentido un sacrificio, sino que fue designado para conmemorar Su muerte, para confirmar la fe de los cristianos y para ser un vínculo, un compromiso y una renovación de su comunión con Él, y de su comunión con la iglesia.

EL DÍA DEL SEÑOR. La Iglesia del Nuevo Testamento da el ejemplo de congregarse en el Día del Señor (es decir, el Domingo) para la lectura y enseñanza de la Palabra de Dios, la adoración, la oración y el ánimo mutuo – estimulándose unos a otros a amar y a las buenas obras. Es propio ver el Día del Señor como una celebración de la resurrección de Cristo y la redención de Su pueblo.

LA LIBERTAD DE CONCIENCIA. Sólo Dios es el Señor de la conciencia; y El la ha dejado libre de doctrinas y mandamientos de hombres, mismos que son contrarios a Su Palabra, o no tienen nada de Su contenido en ellas. Los magistrados civiles son colocados por Dios por lo que la sujeción de todas las cosas legales ordenados por ellos deben de ser efectuadas por nosotros en el Señor, no solamente por el castigo, sino también por motivos de conciencia.

LA RESURRECCIÓN. Los cuerpos de los hombres se convierten en polvo después de la muerte, pero sus espíritus regresan inmediatamente a Dios – los justos descansan con Él; los impíos serán guardados bajo oscuridad para el juicio. En el día final, los cuerpos de todos los muertos, tanto de justos como de injustos, serán resucitados.


EL JUICIO. Dios ha designado un día en el cual Él juzgará al mundo por medio de Jesucristo, cuando le dará a cada persona según sus obras: los perversos entrarán en el castigo eterno y los justos, en la vida eterna.

jueves, 16 de diciembre de 2010

El Evangelio de Jesús, el Cristo.

EL CARÁCTER DE DIOS

LA SANTIDAD DE DIOS

“Son tan puros tus ojos que no puedes ver el mal; no te es posible contemplar el sufrimiento.” (Habacuc 1:13)


“Son las iniquidades de ustedes las que los separan de su Dios. A ocultar su rostro para no escuchar.” (Isaías 59:2)


LA JUSTICIA DE DIOS

“Justo es el Señor y ama la justicia; por eso los íntegros contemplarán su rostro.” (Salmo 11:7)


“Dios es un juez justo, un Dios que en todo tiempo manifiesta su enojo. Si el malvado no se arrepiente, Dios afilará la espada y tensará el arco.” (Salmo 7:11)


LA DEPRAVACIÓN Y LA CONDENACIÓN DEL HOMBRE

“Pues todos han pecado y están privados de la gloria de Dios.” (Romanos 3:23)


“Todos somos como gente impura; todos nuestros actos de justicia son como trapos de inmundicia. Todos nos marchitamos como hojas: nuestras iniquidades nos arrastran como el viento.” (Isaías 64:6)


“Todos los que viven por las obras que demanda la ley están bajo maldición, porque está escrito: "Maldito el que no practica fielmente todo lo que está escrito en el libro de la ley." (Gálatas 3:10)


EL GRAN DILEMA

“Absolver al culpable y condenar al inocente son dos cosas que el Señor aborrece.” (Proverbios 17:15)


“¡Lejos de ti el hacer tal cosa! ¿Matar al justo junto con el malvado, y que ambos sean tratados de la misma manera? ¡Jamás hagas tal cosa! Tú, que eres el Juez de toda la tierra, ¿no harás justicia?” (Génesis 18:25)


LA ACCIÓN DE DIOS

Manteniendo Su santidad y Su justicia, la Biblia también afirma que Dios es amor, y que en Su amor, Él ha respondido a la situación del hombre.


- MOTIVADO POR AMOR

“Dios es amor. Así manifestó Dios su amor entre nosotros: en que envió a su Hijo unigénito al mundo para que vivamos por medio de él. En esto consiste el amor: no en que nosotros hayamos amado a Dios, sino en que él nos amó y envió a su Hijo para que fuera ofrecido como sacrificio por el perdón de nuestros pecados.” (1° Juan 4:8-10)


- LA CRUZ DE CRISTO

“Pues todos han pecado y están privados de la gloria de Dios, pero por Su gracia son justificados gratuitamente mediante la redención que Cristo Jesús efectuó. Dios lo ofreció como un sacrificio de expiación que se recibe por la fe en su sangre, para así demostrar Su justicia. Anteriormente, en su paciencia, Dios había pasado por alto los pecados; pero en el tiempo presente ha ofrecido a Jesucristo para manifestar Su justicia. De este modo Dios es justo y, a la vez, el que justifica a los que tienen fe en Jesús. (Romanos 3:23-26)


- LA RESURRECCIÓN

“Él fue entregado a la muerte por nuestros pecados, y fue levantado para nuestra justificación.” (Romanos 4:25)


LA RESPUESTA DEL HOMBRE


ARREPENTIMIENTO: comienza con el reconocimiento y la confesión de que lo que Dios dice acerca nosotros es verdad - que hemos pecado.


“Yo reconozco mis transgresiones; siempre tengo presente mi pecado. Contra ti he pecado, sólo contra ti, y he hecho lo que es malo ante tus ojos; por eso, tu sentencia es justa, y tu juicio, irreprochable.” (Salmo 51:3-4)


Un genuino reconocimiento de nuestros pecados y la culpabilidad de ellos dará lugar a la verdadera tristeza, a la vergüenza e incluso al odio por lo que hemos hecho.


“No entiendo lo que me pasa, pues no hago lo que quiero, sino lo que aborrezco.” (Romanos 7:15)


“¡Soy un pobre miserable! ¿Quién me librará de este cuerpo mortal?” (Romanos 7:24)


Una aparente sinceridad de la confesión por sí sola nunca es una evidencia definitiva de un verdadero arrepentimiento. Debe ir acompañado por un alejamiento del pecado.


“¡Lávense, límpiense! ¡Aparten de mi vista sus obras malvadas! ¡Dejen de hacer el mal!” (Isaías 1:16)


“Todo árbol que no produzca buen fruto será cortado y arrojado al fuego.” (Mateo 3:10)


LA FE SE DEFINE

“Ahora bien, la fe es la garantía de lo que se espera, la certeza de lo que no se ve.” (Hebreos 11:1)


“… plenamente convencido de que Dios tenía poder para cumplir lo que había prometido.” (Romanos 4:21)


FE BASADA EN LAS PROMESAS DE DIOS

"Porque tanto amó Dios al mundo, que dio a su Hijo unigénito, para que todo aquel que cree en él no se pierda, sino que tenga vida eterna.” (Juan 3:16)


“Cree en el Señor Jesucristo y serás salvo…” (Hechos 16:31)


EJEMPLO DE UN CREYENTE

“Porque la circuncisión somos nosotros, los que por medio del Espíritu de Dios adoramos, nos enorgullecemos en Cristo Jesús y no ponemos nuestra confianza en esfuerzos humanos.” (Filipenses 3:3)


LAS BASES DE UNA GENUINA SEGURIDAD

“Por lo tanto, si alguno está en Cristo, es una nueva creación. ¡Lo viejo ha pasado, ha llegado ya lo nuevo!” (2° Corintios 5:17)


“Por sus frutos los conocerán. ¿Acaso se recogen uvas de los espinos, o higos de los cardos?” (Mateo 7:16)


LA SEGURIDAD SE BASA EN EL EXAMEN DE CONCIENCIA A LA LUZ DE LA ESCRITURA

“Examínense para ver si están en la fe; pruébense a sí mismos. ¿No se dan cuenta de que Cristo Jesús está en ustedes? ¡A menos que fracasen en la prueba!” (2° Corintios 13:5)


PRUEBAS BÍBLICAS DE LA SEGURIDAD DEL CREYENTE:



El creyente verdadero:


Camina en la luz (1 Juan 1:5-7)

Confiesa su pecado (1 Juan 1:8-10)

Obedece (1 Juan 2:3-4)

Ama a los hermanos (1 Juan 2:9-11)

Aborrece el mundo (1 Juan 2:15-17)

Persevera en la doctrina (1 Juan 2:24-25)

Hace justicia (1 Juan 3:10)

Tiene al Espíritu Santo (1 Juan 4:13)

Es disciplinado por Dios (Hebreos 12:5-8)

martes, 14 de diciembre de 2010

Una angustiante reflexión

Me harté

Me harté, sé que seré criticado. Conozco muchos pasajes en la Biblia que prometen dar fuerzas al que no tiene ninguna. Sé que la Biblia dice que él puede aumentar mis fuerzas como las del búfalo. También sé que Jesús puede aliviar mi cansancio.

También sé que algunos me criticarán y dirán ¡qué negativo! Sin embargo, no puedo disimular: me encuentro exhausto.

Aclaro, no estoy hartado de Dios ni mucho menos, tampoco del evangelio ¡Es un privilegio servir a Dios! Cada día pongo todo el corazón en lo que respecta a Dios; amo a Dios por sobre todo, amo a mi familia, a mi novia y a mis amigos. He recibido tanto de Dios. Mi agotamiento y frustración tienen otras razones.

¿Agobiado de qué?

He estado en conflicto desde hace un tiempo, creo sinceramente que el Señor me ha estado guiando a través de su maravilloso Espíritu. He estado incómodo por diferentes circunstancias que me han hecho reflexionar duramente en pos de la Palabra.

Durante meses que no veía el canal “cristiano” Enlace TBN, pero el Santo Espíritu me ha movido a observarlo, y comencé a verlo hace algunos días y me afligió aún más de lo que estaba. Me dispuse a oír “los mensajes” de aquellos que se enriquecen con el evangelio.

Ya no aguanto más que se tomen textos fuera del contexto para apoyar su avaricia, y vender sus revelaciones al mejor postor. Destruye mi ser interior, porque sé que nos están tomando el pelo.

Me cansé de oír programas de radio donde los pastores no predican el verdadero evangelio, sólo saben pedir dinero, dinero y más dinero.

¡No saben otro tema!; cansado estoy de la llamada T.V. “Cristiana”, que vende los milagros por siembras de 70 dólares al mes. “Pacte”, “Pacte”, “Pacte” con Dios, dé una siembra y pida su casa, pida su auto a cambio, dicen. ¡Qué vergüenza!

Eso me hace inevitablemente volver a recordar el oscurantismo de la edad media: “por cada moneda o billete que deposite en el arca, usted recibirá las bendiciones de Dios”, dicen los modernos motivadores.

Estoy cansado de escuchar: “Siembre una semilla en mi ministerio” ¡Uf, uf y recontra uf! Estoy cansado de “cubrirle las espaldas” a todos esos delincuentes y ladrones metidos en la iglesia ¡Ya no puedo soportarlo más!

Hastiado estoy de conciertos “para la gloria de Dios”, y ¿qué de las brujerías metidas en la iglesia?: “Invoco la prosperidad en tu vida”, “Decreto una vida de éxito para ti”, “Desato las riquezas para ti”

Me cansé de estar explicando la diferencia entre la verdadera fe bíblica y las creencias populares supersticiosas que enseñan los falsos “Apóstoles y Profetas” modernos.

¡Hay atar al diablo todos los domingos porque se suelta el lunes!

No aguanté más los cultos para “atar demonios” o para “quebrar las maldiciones que están sobre Chile y sobre el mundo”, que no tienen efectividad alguna, pues no tienen base bíblica. Seguramente “atan” a Satanás con una cadena tan larga que llega hasta la luna, porque anda tan suelto como siempre, y los hermanos atando y atando. Estoy exhausto. Ya se les acabaron los nudos, cada reunión lo atan ¿Y queda suelto durante la semana?, porque me di cuenta que los domingos hay que volverlo a atar.

Me cansa la aburrida repetición de las predicaciones sin base bíblica. Estoy cansado de oír “No juzguéis, para que no seáis juzgados”, estoy cansado de que los predicadores les pongan bozal a las ovejas y que les digan “No toquéis al Ungido de Jehová”, en lugar de decir como Pablo, “Todo lo que oísteis y visteis y aprendisteis de mí ESTO HACED, y Dios estará con vosotros”.

El crucero de la bendición

Me cansan los “súper ungidos” que te hacen viajar a donde viven para imponerte las manos en la cabeza y “traspasarte la unción y la visión”. Nada de Biblia. Todo es invento de hombres.

¡Qué doloroso es observarlos sin la verdadera unción del Espíritu Santo! Buscan crear ambientes espirituales con gritos y manifestaciones emocionales usando la psicología. No hay nada más desolador que un culto carismático con excelente sonido y luces multicolores, humo que pretende ser la “Nube de la gloria de Dios”, pero sin vitalidad espiritual, el ruido, los gritos y el desorden, las luces y el humo no son espiritualidad.

Me cansé de los chistes trillados sobre Pedro y muchos otros. ¡Cuántos “Comediantes cuentachistes”! Estoy tan abrumado, pero más que eso, es tristeza.

Y del último grito de la moda evangélica, Viajar en un “crucero” por el Caribe acompañado de los cantantes cristianos más famosos, y que han ganado Grammys, y con los mejores MOTIVADORES que te rascarán el oído con sus chistes y grandes revelaciones sobre el éxito y la prosperidad.

Me cansé de ver “evangelistas” que tiran el saco a las multitudes para recibir “la unción de Dios”. Me dejan abrumado al verlos “caer bajo el poder el Dios” para ser filmados en video y después decir: ¡Avivamiento!

¿Avivamiento o Agitamiento? o ¿Aviva…Miento?

Me entristecen las preguntas que me hacen sobre la “vida cristiana”. Personas que preguntan si pueden ir a fiestas del mundo, hacerse tatuajes, bailar en fiestas, recibir tratamiento con acupuntura, practicar karate y hasta yoga. La lista es enorme y parece inacabable.

Me cansa ese “cristianismo” mediocre tercermundista, carnal y ciego.

Me cansan los libros de escritores norteamericanos evangélicos traducidos al español. Ya no aguanto más libros de veintiún pasos para un liderazgo exitoso, ¿súper cristianos en 40 días?, todos estos Best Sellers sólo han venido a mostrar la verdadera condición de la iglesia: Miseria espiritual, IGNORANCIA DE DIOS Y SU PALABRA Y ANOREXIA ESPIRITUAL.

No logro entender cómo una iglesia necesita copiar los ejemplos de iglesias de EE.UU. Me cansé de tener que opinar si estoy de acuerdo o no con el nuevo modelo de “Mega crecimiento” copiado de la mercadotecnia secular y que está siendo adoptado POR TODO EL MUNDO ENTERO.

Me desespera tener que explicar que no todos los pastores son fraudulentos y mentirosos, aduladores y de doble moral. No existe nada más extenuante, desgastante y agotador tener que demostrar, a familiares y amigos cristianos y no cristianos, que aquél último escándalo de la farándula cristiana es una excepción. “No todos somos iguales”, ya me cansé de repetirlo.

Apostolitis aguda

Me cansé de los hambrientos de poder, de reconocimiento y de poder político, el liderazgo está enfermo de apostolitis aguda y empeorando.

Me cansé de los que presumen ser “Doctores” en teología con su título que consiguieron por 750.000 pesos en Internet. No soporto escuchar que otro más se autoproclamó “profeta” o “apóstol”.

Sé que estoy cansado, sin embargo, seguiré adelante, ya no puedo volver atrás, el AMOR DE DIOS es más fuerte.

Es hora de emprender el regreso

Pero he decidido no participar más en el “cristianismo” que fabrica becerros de oro y vacas sagradas. No me pelearé por los primeros lugares en las cenas. Jamás inscribiré mi nombre en un congreso para ir a escuchar a ciertos oradores en DONDE SE COBRE LA ENTRADA.

Renuncio a querer adornar mi nombre con títulos de cualquier especie. No deseo ganar aplausos de auditorios famosos. Buscaré la convivencia de CRISTIANOS Y DE PASTORES QUE NO TENGAN ESPIRITU DE PLATAFORMA.

Me parece difícil de encontrarlos, pero siempre Dios guarda a hombres y mujeres que no se arrodillan ante Baal.

Posiblemente dirás: “¡Qué frustrado y negativo te ves y te oyes!”

Sí, lo estoy, pero no de Jesús y su hermosa Palabra que alumbró mi caminar, sino de las mentiras, fraudes y corrupción de los que se autodenominan “Ungidos de Jehová”.