martes, 20 de abril de 2010

10 Preguntas Complicadas

Estas son algunas de las preguntas difíciles que se hacen frecuentemente acerca de la Biblia, con respuestas sugeridas.

1. ¿La teoría de la evolución contradice la Biblia, o se puede armonizar con la Biblia?

Dios es el autor de la Biblia y también de la creación, y Él no se contradice. Por lo tanto, no hay ningún conflicto verdadero entre la Biblia y la naturaleza, sino en la interpretación de ellas. Obviamente, cualquier teoría de la formación del mundo que no incluya a Dios es incompatible con la Biblia. La Biblia enseña que: 1) Dios creó todo con el poder de Su palabra, 2) el hombre fue creado en forma directa e instantánea.

Además, hay dos problemas con los argumentos científicos para la teoría de la evolución: 1) No han podido observar ningún cambio en los animales que se pudiera considerar un cambio de especie, y 2) Mucha evidencia de los fósiles no es válida. Algunos de los supuestos fósiles han resultado ser errores, incluso engaños. Además, a veces el orden en que han encontrado las capas de fósiles contradice el supuesto orden del desarrollo de nuevas especies. Hay otro problema serio con el registro fósil: ¡No hay muestras transicionales! Es decir, ¡no hay evidencia de los cambios graduales entre las especies!

Duane Gish (Ph.D., bioquímico), en su libro breve pero convincente, “Creación, Evolución y el Registro Fósil”, cita a algunos de los mismos evolucionistas acerca de esta contradicción:

“Esta ausencia regular de formas de transición no está limitada a los mamíferos, sino que es un fenómeno casi universal.”

“Así, es posible afirmar que tales transformaciones no están registradas porque no existieron, que los cambios no fueron por transición, sino por saltos repentinos en la evolución.” (George Gaylord Simpson, Tempo and Mode in Evolution, p. 105.)

“No importa lo lejos que lleguemos en el registro fósil de la vida animal previa sobre la tierra, no encontramos ni traza de cualquier forma animal que sea intermedio entre cualquiera de los principales grupos, o Phyla.”

(A. H. Clark, The New Evolution: Zoogenesis, p. 196)

¿Qué de la supuesta antigüedad de la tierra? ¿Tendrá millones de años? Si es así, ¿no contradice la Biblia? Hay cuatro posibles maneras de armonizar la Biblia con la evidencia científica acerca de la edad de la tierra.

1) Los días de relato bíblico son períodos largos.

2) Hubo un período largo de tiempo entre la creación inicial de la tierra y la creación de la luz.

3) El gran diluvio causó daños catastróficos que parecen evidencia de una tierra antigua.

4) La tierra fue creada con la apariencia de mucha “edad”.

Una combinación de estos dos últimos puntos (3 y 4) es la interpretación más probable.

2. ¿Cómo se pobló la tierra al principio? Es decir, ¿con quiénes se casaron los hijos de Adán y Eva?

Aunque este tema es discutido entre los teólogos, la Biblia no indica nada acerca de otros seres humanos que existieran en la tierra antes de Adán y Eva, tampoco que se hayan casado con gorilas. La única respuesta es que se casaron entre ellos. Esto sería prohibido mucho más tarde en el tiempo de Moisés, (Levítico 18:6-18, 20:17), pero no era prohibido al principio, porque tenían que comenzar la población de la tierra casándose entre ellos. Como vivían muchos siglos en aquella época (Génesis 5), es muy probable que Adán y Eva hayan tenido muchos hijos que no fueron mencionados en las geneologías.

3. ¿Qué dice la Biblia acerca de los dinosaurios? ¿Existieron, según la Biblia?

La Biblia no menciona a los dinosaurios por nombre, pero hay mención de un “leviatán” (Job 41, Salmo 104:26, Isaías 27:1), que algunos relacionan con el dinosaurio. Tampoco la Biblia niega la existencia de tales criaturas. Lo más probable es que desaparecieron en el gran diluvio. Aunque la Biblia dice que Noé llevó una pareja de “todos” los animales, en la Biblia la palabra “todo” no significa siempre 100% en el mismo sentido matemático como en el uso moderno. Esto no es un error, sino una cuestión de lenguaje. Tenemos que tomar en cuenta el uso del lenguaje menos científico en aquella época.

4. ¿Por qué hay tantas guerras en el Antiguo Testamento?

La Biblia enseña claramente que Dios no es la primera causa de la maldad o del conflicto, sino que todos los problemas del hombre son de su propia culpa, siendo resultado de la caída en el Huerto de Edén. Lo que sí hace Dios, es encaminar todo para Sus propios fines positivos, utilizando incluso las guerras y los pecados del hombre.

Muchas de las guerras del Antiguo Testamento simplemente muestran la profundidad del pecado humano. En algunos casos, Dios mismo mandó a Israel a la guerra con las naciones vecinas. Esto era necesario para eliminar la influencia de las naciones paganas y darle una tierra a Su pueblo. Pero, ¿por qué a través de la guerra? En realidad, habrían peleado de todas maneras, y Dios simplemente encaminó esta violencia para lograr Sus propósitos. En otros casos, Dios envió a las naciones vecinas a castigar a Israel. Era necesario para llamarles la atención y llevarlos al arrepentimiento, ya que no escuchaban a Sus profetas. De la misma manera, Dios encaminó el mismo pecado de las naciones para lograr Sus propósitos positivos.

Como no es nuestro lugar juzgar a Dios en este asunto ni en ningún otro, debemos también recordar que Dios es santo y tiene todo derecho a castigar a todos los seres humanos por su pecado. Todos lo merecemos, y si no somos castigados, es solamente debido a su misericordia. Así cuando algunas naciones reciben un castigo, es totalmente justo de Su parte.

5. ¿Por qué hay tantas leyes y ceremonias extrañas en el Antiguo Testamento? ¿Tenemos que guardar esas leyes hoy en día?

Hay pasajes del Antiguo Testamento que parecen extraños hoy en día: ritos de limpieza, castigos duros por transgresiones de la ley, y sacrificios sangrientos, por ejemplo. Pero tenemos que entender su contexto y su propósito. Muchas ceremonias eran símbolos del futuro Mesías y de la salvación en Cristo. Por ejemplo, los judíos tenían que sacrificar ovejas para sentir la necesidad del perdón y para entender el concepto de un sustituto. Estos sacrificios representaban a Jesús, el futuro "cordero de Dios, que quita los pecados del mundo". (Juan 1:29). Otras ceremonias enseñaban acerca de la santidad y la pureza. Otras eran ayudas higiénicas. Una gran parte de estas leyes eran para cumplirlas en aquella época, pero ya no en el tiempo del Nuevo Testamento. Los castigos eran para la nación de Israel en ese tiempo, pero no son para poner en práctica hoy en día.

Las leyes en estos libros tienen tres aspectos: 1) ceremonial, 2) civil, y 3) moral. Dios estableció: 1) regulaciones para las ceremonias del templo, 2) leyes civiles para la nación, y 3) principios morales. Las ceremonias señalaban a Jesús, el Mesías que venía. Las leyes civiles garantizaban un trato justo, daban pautas para la compra y venta de propiedades, y establecían castigos. Los principios morales proporcionaban la base ética para todo.

¿Qué significan estas leyes del Antiguo Testamento para nosotros hoy? En primer lugar, ya que Jesús ha venido y ha muerto por nosotros, haciendo el último sacrificio, no tenemos que guardar las ceremonias descritas en el Antiguo Testamento. Todavía nos sirven para aprender verdades espirituales acerca de la salvación y nuestra relación con Dios, pero no tenemos que practicarlas.

En segundo lugar, el Reino de Dios ya no es una sola nación, como en el tiempo del Antiguo Testamento, sino que incluye a creyentes en todas las naciones del mundo. Esto significa que tampoco tenemos que guardar las leyes civiles como en aquella época. Ahora sirven para enseñarnos acerca de la justicia y darnos pautas para nuestras leyes civiles, pero no tenemos que ponerlas en práctica literalmente en la misma manera.

Finalmente, el aspecto moral es todavía aplicable hoy en día. Nos indica principios morales de la misma manera que en el tiempo del Antiguo Testamento. Ellos no han cambiado. Estos principios morales son resumidos en los diez mandamientos.

6. ¿Qué pasó en la vida de Jesús cuando era niño? ¿Por qué la Biblia no dice más al respecto?

La Biblia dice muy poco acerca de la niñez de Jesús. Después de relatar su nacimiento, salta a la historia cuando tenía doce años, y quedó en Jerusalén hablando con los doctores de la ley (Lucas 2:41-52). También dice que “crecía en sabiduría y en estatura”. En realidad, esto no debe ser una preocupación para nadie. La Biblia dice lo justo y necesario. Los evangelios tenían un propósito, y solamente escribieron lo que ayudaba a comunicar su mensaje. Quizás la mejor respuesta está en el evangelio de Juan:

“Y hay también otras muchas cosas que hizo Jesús, las cuales si se escribieran una por una, pienso que ni aun en el munco cabrían los libros que se habrían de escribir”. (Juan 21:25)

7. ¿No contiene errores y contradicciones la Biblia? ¿Cómo puedo estar seguro de que es la Palabra de Dios, inspirada y sin errores?

No, la Biblia NO contiene errores ni contradicciones. Las Escrituras mismas dan testimonio de haber sido inspiradas directamente por Dios.

2 Timoteo 3:16 dice,

"Toda la Escritura es inspirada por Dios...."

2 Pedro 1:21 dice

"...Nunca la profecía fue traída por voluntad humana, sino que los santos hombres de Dios hablaron siendo inspirados por el Espíritu Santo."

Pero, alguien puede objetar que estamos usando un argumento circular. Es decir, usamos la Biblia para defender la Biblia. Hay otras evidencias de la milagrosa inspiración de la Biblia: las profecías cumplidas, la congruencia con los escritos históricos, la unidad temática de toda la Biblia, y la sabiduría de las enseñanzas, por ejemplo. Para la persona que está dispuesta a aceptar la Biblia como la Palabra de Dios, hay evidencia más que suficiente . Sin embargo, para la persona que no está dispuesta a aceptar esta verdad, probablemente va a encontrar lo que ella considera errores y contradicciones.

La verdadera justificación y defensa de la autoridad de la Biblia no puede ser otra cosa que la Biblia misma. ¿Por qué? Porque sería una contradicción de nuestra premisa que establece que la Biblia es la máxima autoridad. Apelar a otra fuente para defender la Biblia sería darle un lugar por sobre la Biblia a esa fuente.

Por último, la convicción de que la Biblia es inspirada e infalible no viene tanto del razonamiento y de argumentos humanos, sino de una actitud espiritual y de la obra del Espíritu Santo. Cuando Dios dijo a Adán que moriría si comía del árbol de la ciencia del bien y del mal, Adán debería haberle creído simplemente porque era Dios su creador quien se lo dijo. Pero en su arrogancia, cuestionó a Dios, quien es el autor y la fuente de toda la verdad. Esto era el comienzo de la caída, y refleja la actitud arrogante que es la raíz de todo pecado. Creer en la autoridad de las Escrituras requiere de un corazón sumiso y humilde.

Jesús dice,

“Y las ovejas le siguen (al buen pastor), porque conocen su voz”. (Juan 10:4)

“Mis ovejas oyen mi voz, y yo las conozco, y me siguen”. (Juan 10:27)

8. ¿Por qué Dios permitió la caída y el pecado?

Dios no quiso crear al hombre de tal manera que este entregara su amor, confianza y obediencia en forma mecánica. El amor obligado no es amor verdadero. Por lo tanto, le dio libre albedrío, probó su fidelidad, y el hombre falló. Dios no es el autor del pecado, sino que Él creó el mundo perfecto, con la posibilidad de pecar.

Habiendo permitido la libertad y la caída, Dios ha dedicado la historia de la humanidad a su salvación. Incluso, ha hecho el sacrificio máximo para redimirnos: dio a su hijo Jesucristo en la cruz. La liberación del pecado y de todas sus consecuencias está disponible para cualquiera que coloque su fe en Cristo.

Esta explicación posiblemente no satisfaga plenamente a todos. Sin embargo, la última respuesta es que Dios es bueno, Dios es justo, y Él lo quiso así. Dios hace todo para su propia gloria, y aunque no lo entendamos todo, podemos confiar en Él. ¿Quiénes somos nosotros sus criaturas, para pedirle explicaciones a Dios?

El apóstol Pablo dice:

“Mas antes, oh hombre, quién eres tú, para que alterques con Dios? ¿Dirá el vaso de barro al que lo formó: ¿Por qué me has hecho así?” (Romanos 9:20)

9. ¿Por qué Dios no termina con este mundo inmediatamente?

Dios podría terminar con todo si quisiera, pero eso significaría quitarles la oportunidad a muchas personas a creer en Cristo, y ser salvas. Para contestar a los que estaban burlándose de la promesa de la segunda venida de Cristo, el apóstol Pedro dice:

“El Señor no retarda su promesa, según algunos la tienen por tardanza, sino que es paciente con nosotros, no queriendo que ninguna perezca, sino que todos procedan al arrepentimiento”. (2 Pedro 3:9)

10. ¿Cuál es el mensaje principal de la Biblia?

Contrario a lo que algunos piensan, el mensaje de la Biblia no es simplemente, “Sea Bueno”, o “Dios te ama”, o “Jesús es nuestro modelo de amor”. El mensaje central de la vida es la salvación en Jesucristo. El hombre es pecador y necesita liberación del pecado y de sus consecuencias. Esa liberación viene a través de Jesucristo.

Podemos explicar el contenido de la Biblia de acuerdo con el tema del Reino de Dios. El Antiguo Testamento comienza con la creación del mundo y el mandato a desarrollar una sociedad que vive conforme a la voluntad de Dios (Génesis 1:28). Podríamos llamar a esta sociedad el Reino de Dios, porque Dios estaría reinando plenamente en ella. No obstante, el pecado destruye la armonía original y corrompe la sociedad, impidiendo el desarrollo del Reino. El Gran Diluvio y la Torre de Babel demuestran la profundidad de esta maldad y la necesidad de salvación.

El resto del Antiguo Testamento nos presenta el Reino de Dios en una forma temporal y provisoria, a través de la nación de Israel. Israel debía ser un ejemplo de lo que Dios quería de toda la sociedad. Pero de nuevo el pecado impidió que esto fuera así. Israel fue una mera sombra del Reino de Dios. Fue como un “ensayo,” por decirlo así, del verdadero Reino Eterno que establecería Jesús.

La historia del Antiguo Testamento destaca la necesidad del Rey Verdadero, Cristo Jesús. El Reino de Dios no pudo ser establecido sin resolver el problema del pecado y sus efectos. El hombre necesita ser reconciliado con Dios y liberado del dominio del pecado, antes de que pueda desarrollar una sociedad que vive de acuerdo con los principios de Dios.

Por esta razón, Jesús vino a vivir una vida perfecta, a morir en la cruz por nuestros pecados, y a resucitar de entre los muertos. Jesús nos salva del pecado y de sus consecuencias, restaurando nuestra relación con Dios y con nuestro prójimo. Cada persona que coloca su fe personalmente en Él comienza a participar en su Reino. Este plan de la salvación es el mensaje central de la Biblia.

Todos los daños causados por la caída del hombre son restaurados en Cristo.

“Por cuanto agradó al Padre que en él habitase toda plenitud, y por medio de él reconciliar consigo todas las cosas, así las que están en la tierra como las que están en los cielos, haciendo la paz mediante la sangre de su cruz”. (Colosenses 1:19,20)

No hay comentarios:

Publicar un comentario