EL CARÁCTER DE DIOS
LA SANTIDAD DE DIOS
“Son tan puros tus ojos que no puedes ver el mal; no te es posible contemplar el sufrimiento.” (Habacuc 1:13)
“Son las iniquidades de ustedes las que los separan de su Dios. A ocultar su rostro para no escuchar.” (Isaías 59:2)
LA JUSTICIA DE DIOS
“Justo es el Señor y ama la justicia; por eso los íntegros contemplarán su rostro.” (Salmo 11:7)
“Dios es un juez justo, un Dios que en todo tiempo manifiesta su enojo. Si el malvado no se arrepiente, Dios afilará la espada y tensará el arco.” (Salmo 7:11)
LA DEPRAVACIÓN Y LA CONDENACIÓN DEL HOMBRE
“Pues todos han pecado y están privados de la gloria de Dios.” (Romanos 3:23)
“Todos somos como gente impura; todos nuestros actos de justicia son como trapos de inmundicia. Todos nos marchitamos como hojas: nuestras iniquidades nos arrastran como el viento.” (Isaías 64:6)
“Todos los que viven por las obras que demanda la ley están bajo maldición, porque está escrito: "Maldito el que no practica fielmente todo lo que está escrito en el libro de la ley." (Gálatas 3:10)
EL GRAN DILEMA
“Absolver al culpable y condenar al inocente son dos cosas que el Señor aborrece.” (Proverbios 17:15)
“¡Lejos de ti el hacer tal cosa! ¿Matar al justo junto con el malvado, y que ambos sean tratados de la misma manera? ¡Jamás hagas tal cosa! Tú, que eres el Juez de toda la tierra, ¿no harás justicia?” (Génesis 18:25)
LA ACCIÓN DE DIOS
Manteniendo Su santidad y Su justicia, la Biblia también afirma que Dios es amor, y que en Su amor, Él ha respondido a la situación del hombre.
- MOTIVADO POR AMOR
“Dios es amor. Así manifestó Dios su amor entre nosotros: en que envió a su Hijo unigénito al mundo para que vivamos por medio de él. En esto consiste el amor: no en que nosotros hayamos amado a Dios, sino en que él nos amó y envió a su Hijo para que fuera ofrecido como sacrificio por el perdón de nuestros pecados.” (1° Juan 4:8-10)
- LA CRUZ DE CRISTO
“Pues todos han pecado y están privados de la gloria de Dios, pero por Su gracia son justificados gratuitamente mediante la redención que Cristo Jesús efectuó. Dios lo ofreció como un sacrificio de expiación que se recibe por la fe en su sangre, para así demostrar Su justicia. Anteriormente, en su paciencia, Dios había pasado por alto los pecados; pero en el tiempo presente ha ofrecido a Jesucristo para manifestar Su justicia. De este modo Dios es justo y, a la vez, el que justifica a los que tienen fe en Jesús. (Romanos 3:23-26)
- LA RESURRECCIÓN
“Él fue entregado a la muerte por nuestros pecados, y fue levantado para nuestra justificación.” (Romanos 4:25)
LA RESPUESTA DEL HOMBRE
ARREPENTIMIENTO: comienza con el reconocimiento y la confesión de que lo que Dios dice acerca nosotros es verdad - que hemos pecado.
“Yo reconozco mis transgresiones; siempre tengo presente mi pecado. Contra ti he pecado, sólo contra ti, y he hecho lo que es malo ante tus ojos; por eso, tu sentencia es justa, y tu juicio, irreprochable.” (Salmo 51:3-4)
Un genuino reconocimiento de nuestros pecados y la culpabilidad de ellos dará lugar a la verdadera tristeza, a la vergüenza e incluso al odio por lo que hemos hecho.
“No entiendo lo que me pasa, pues no hago lo que quiero, sino lo que aborrezco.” (Romanos 7:15)
“¡Soy un pobre miserable! ¿Quién me librará de este cuerpo mortal?” (Romanos 7:24)
Una aparente sinceridad de la confesión por sí sola nunca es una evidencia definitiva de un verdadero arrepentimiento. Debe ir acompañado por un alejamiento del pecado.
“¡Lávense, límpiense! ¡Aparten de mi vista sus obras malvadas! ¡Dejen de hacer el mal!” (Isaías 1:16)
“Todo árbol que no produzca buen fruto será cortado y arrojado al fuego.” (Mateo 3:10)
LA FE SE DEFINE
“Ahora bien, la fe es la garantía de lo que se espera, la certeza de lo que no se ve.” (Hebreos 11:1)
“… plenamente convencido de que Dios tenía poder para cumplir lo que había prometido.” (Romanos 4:21)
FE BASADA EN LAS PROMESAS DE DIOS
"Porque tanto amó Dios al mundo, que dio a su Hijo unigénito, para que todo aquel que cree en él no se pierda, sino que tenga vida eterna.” (Juan 3:16)
“Cree en el Señor Jesucristo y serás salvo…” (Hechos 16:31)
EJEMPLO DE UN CREYENTE
“Porque la circuncisión somos nosotros, los que por medio del Espíritu de Dios adoramos, nos enorgullecemos en Cristo Jesús y no ponemos nuestra confianza en esfuerzos humanos.” (Filipenses 3:3)
LAS BASES DE UNA GENUINA SEGURIDAD
“Por lo tanto, si alguno está en Cristo, es una nueva creación. ¡Lo viejo ha pasado, ha llegado ya lo nuevo!” (2° Corintios 5:17)
“Por sus frutos los conocerán. ¿Acaso se recogen uvas de los espinos, o higos de los cardos?” (Mateo 7:16)
LA SEGURIDAD SE BASA EN EL EXAMEN DE CONCIENCIA A LA LUZ DE LA ESCRITURA
“Examínense para ver si están en la fe; pruébense a sí mismos. ¿No se dan cuenta de que Cristo Jesús está en ustedes? ¡A menos que fracasen en la prueba!” (2° Corintios 13:5)
PRUEBAS BÍBLICAS DE LA SEGURIDAD DEL CREYENTE:
El creyente verdadero:
Camina en la luz (1 Juan 1:5-7)
Confiesa su pecado (1 Juan 1:8-10)
Obedece (1 Juan 2:3-4)
Ama a los hermanos (1 Juan 2:9-11)
Aborrece el mundo (1 Juan 2:15-17)
Persevera en la doctrina (1 Juan 2:24-25)
Hace justicia (1 Juan 3:10)
Tiene al Espíritu Santo (1 Juan 4:13)
Es disciplinado por Dios (Hebreos 12:5-8)