jueves, 16 de diciembre de 2010

El Evangelio de Jesús, el Cristo.

EL CARÁCTER DE DIOS

LA SANTIDAD DE DIOS

“Son tan puros tus ojos que no puedes ver el mal; no te es posible contemplar el sufrimiento.” (Habacuc 1:13)


“Son las iniquidades de ustedes las que los separan de su Dios. A ocultar su rostro para no escuchar.” (Isaías 59:2)


LA JUSTICIA DE DIOS

“Justo es el Señor y ama la justicia; por eso los íntegros contemplarán su rostro.” (Salmo 11:7)


“Dios es un juez justo, un Dios que en todo tiempo manifiesta su enojo. Si el malvado no se arrepiente, Dios afilará la espada y tensará el arco.” (Salmo 7:11)


LA DEPRAVACIÓN Y LA CONDENACIÓN DEL HOMBRE

“Pues todos han pecado y están privados de la gloria de Dios.” (Romanos 3:23)


“Todos somos como gente impura; todos nuestros actos de justicia son como trapos de inmundicia. Todos nos marchitamos como hojas: nuestras iniquidades nos arrastran como el viento.” (Isaías 64:6)


“Todos los que viven por las obras que demanda la ley están bajo maldición, porque está escrito: "Maldito el que no practica fielmente todo lo que está escrito en el libro de la ley." (Gálatas 3:10)


EL GRAN DILEMA

“Absolver al culpable y condenar al inocente son dos cosas que el Señor aborrece.” (Proverbios 17:15)


“¡Lejos de ti el hacer tal cosa! ¿Matar al justo junto con el malvado, y que ambos sean tratados de la misma manera? ¡Jamás hagas tal cosa! Tú, que eres el Juez de toda la tierra, ¿no harás justicia?” (Génesis 18:25)


LA ACCIÓN DE DIOS

Manteniendo Su santidad y Su justicia, la Biblia también afirma que Dios es amor, y que en Su amor, Él ha respondido a la situación del hombre.


- MOTIVADO POR AMOR

“Dios es amor. Así manifestó Dios su amor entre nosotros: en que envió a su Hijo unigénito al mundo para que vivamos por medio de él. En esto consiste el amor: no en que nosotros hayamos amado a Dios, sino en que él nos amó y envió a su Hijo para que fuera ofrecido como sacrificio por el perdón de nuestros pecados.” (1° Juan 4:8-10)


- LA CRUZ DE CRISTO

“Pues todos han pecado y están privados de la gloria de Dios, pero por Su gracia son justificados gratuitamente mediante la redención que Cristo Jesús efectuó. Dios lo ofreció como un sacrificio de expiación que se recibe por la fe en su sangre, para así demostrar Su justicia. Anteriormente, en su paciencia, Dios había pasado por alto los pecados; pero en el tiempo presente ha ofrecido a Jesucristo para manifestar Su justicia. De este modo Dios es justo y, a la vez, el que justifica a los que tienen fe en Jesús. (Romanos 3:23-26)


- LA RESURRECCIÓN

“Él fue entregado a la muerte por nuestros pecados, y fue levantado para nuestra justificación.” (Romanos 4:25)


LA RESPUESTA DEL HOMBRE


ARREPENTIMIENTO: comienza con el reconocimiento y la confesión de que lo que Dios dice acerca nosotros es verdad - que hemos pecado.


“Yo reconozco mis transgresiones; siempre tengo presente mi pecado. Contra ti he pecado, sólo contra ti, y he hecho lo que es malo ante tus ojos; por eso, tu sentencia es justa, y tu juicio, irreprochable.” (Salmo 51:3-4)


Un genuino reconocimiento de nuestros pecados y la culpabilidad de ellos dará lugar a la verdadera tristeza, a la vergüenza e incluso al odio por lo que hemos hecho.


“No entiendo lo que me pasa, pues no hago lo que quiero, sino lo que aborrezco.” (Romanos 7:15)


“¡Soy un pobre miserable! ¿Quién me librará de este cuerpo mortal?” (Romanos 7:24)


Una aparente sinceridad de la confesión por sí sola nunca es una evidencia definitiva de un verdadero arrepentimiento. Debe ir acompañado por un alejamiento del pecado.


“¡Lávense, límpiense! ¡Aparten de mi vista sus obras malvadas! ¡Dejen de hacer el mal!” (Isaías 1:16)


“Todo árbol que no produzca buen fruto será cortado y arrojado al fuego.” (Mateo 3:10)


LA FE SE DEFINE

“Ahora bien, la fe es la garantía de lo que se espera, la certeza de lo que no se ve.” (Hebreos 11:1)


“… plenamente convencido de que Dios tenía poder para cumplir lo que había prometido.” (Romanos 4:21)


FE BASADA EN LAS PROMESAS DE DIOS

"Porque tanto amó Dios al mundo, que dio a su Hijo unigénito, para que todo aquel que cree en él no se pierda, sino que tenga vida eterna.” (Juan 3:16)


“Cree en el Señor Jesucristo y serás salvo…” (Hechos 16:31)


EJEMPLO DE UN CREYENTE

“Porque la circuncisión somos nosotros, los que por medio del Espíritu de Dios adoramos, nos enorgullecemos en Cristo Jesús y no ponemos nuestra confianza en esfuerzos humanos.” (Filipenses 3:3)


LAS BASES DE UNA GENUINA SEGURIDAD

“Por lo tanto, si alguno está en Cristo, es una nueva creación. ¡Lo viejo ha pasado, ha llegado ya lo nuevo!” (2° Corintios 5:17)


“Por sus frutos los conocerán. ¿Acaso se recogen uvas de los espinos, o higos de los cardos?” (Mateo 7:16)


LA SEGURIDAD SE BASA EN EL EXAMEN DE CONCIENCIA A LA LUZ DE LA ESCRITURA

“Examínense para ver si están en la fe; pruébense a sí mismos. ¿No se dan cuenta de que Cristo Jesús está en ustedes? ¡A menos que fracasen en la prueba!” (2° Corintios 13:5)


PRUEBAS BÍBLICAS DE LA SEGURIDAD DEL CREYENTE:



El creyente verdadero:


Camina en la luz (1 Juan 1:5-7)

Confiesa su pecado (1 Juan 1:8-10)

Obedece (1 Juan 2:3-4)

Ama a los hermanos (1 Juan 2:9-11)

Aborrece el mundo (1 Juan 2:15-17)

Persevera en la doctrina (1 Juan 2:24-25)

Hace justicia (1 Juan 3:10)

Tiene al Espíritu Santo (1 Juan 4:13)

Es disciplinado por Dios (Hebreos 12:5-8)

martes, 14 de diciembre de 2010

Una angustiante reflexión

Me harté

Me harté, sé que seré criticado. Conozco muchos pasajes en la Biblia que prometen dar fuerzas al que no tiene ninguna. Sé que la Biblia dice que él puede aumentar mis fuerzas como las del búfalo. También sé que Jesús puede aliviar mi cansancio.

También sé que algunos me criticarán y dirán ¡qué negativo! Sin embargo, no puedo disimular: me encuentro exhausto.

Aclaro, no estoy hartado de Dios ni mucho menos, tampoco del evangelio ¡Es un privilegio servir a Dios! Cada día pongo todo el corazón en lo que respecta a Dios; amo a Dios por sobre todo, amo a mi familia, a mi novia y a mis amigos. He recibido tanto de Dios. Mi agotamiento y frustración tienen otras razones.

¿Agobiado de qué?

He estado en conflicto desde hace un tiempo, creo sinceramente que el Señor me ha estado guiando a través de su maravilloso Espíritu. He estado incómodo por diferentes circunstancias que me han hecho reflexionar duramente en pos de la Palabra.

Durante meses que no veía el canal “cristiano” Enlace TBN, pero el Santo Espíritu me ha movido a observarlo, y comencé a verlo hace algunos días y me afligió aún más de lo que estaba. Me dispuse a oír “los mensajes” de aquellos que se enriquecen con el evangelio.

Ya no aguanto más que se tomen textos fuera del contexto para apoyar su avaricia, y vender sus revelaciones al mejor postor. Destruye mi ser interior, porque sé que nos están tomando el pelo.

Me cansé de oír programas de radio donde los pastores no predican el verdadero evangelio, sólo saben pedir dinero, dinero y más dinero.

¡No saben otro tema!; cansado estoy de la llamada T.V. “Cristiana”, que vende los milagros por siembras de 70 dólares al mes. “Pacte”, “Pacte”, “Pacte” con Dios, dé una siembra y pida su casa, pida su auto a cambio, dicen. ¡Qué vergüenza!

Eso me hace inevitablemente volver a recordar el oscurantismo de la edad media: “por cada moneda o billete que deposite en el arca, usted recibirá las bendiciones de Dios”, dicen los modernos motivadores.

Estoy cansado de escuchar: “Siembre una semilla en mi ministerio” ¡Uf, uf y recontra uf! Estoy cansado de “cubrirle las espaldas” a todos esos delincuentes y ladrones metidos en la iglesia ¡Ya no puedo soportarlo más!

Hastiado estoy de conciertos “para la gloria de Dios”, y ¿qué de las brujerías metidas en la iglesia?: “Invoco la prosperidad en tu vida”, “Decreto una vida de éxito para ti”, “Desato las riquezas para ti”

Me cansé de estar explicando la diferencia entre la verdadera fe bíblica y las creencias populares supersticiosas que enseñan los falsos “Apóstoles y Profetas” modernos.

¡Hay atar al diablo todos los domingos porque se suelta el lunes!

No aguanté más los cultos para “atar demonios” o para “quebrar las maldiciones que están sobre Chile y sobre el mundo”, que no tienen efectividad alguna, pues no tienen base bíblica. Seguramente “atan” a Satanás con una cadena tan larga que llega hasta la luna, porque anda tan suelto como siempre, y los hermanos atando y atando. Estoy exhausto. Ya se les acabaron los nudos, cada reunión lo atan ¿Y queda suelto durante la semana?, porque me di cuenta que los domingos hay que volverlo a atar.

Me cansa la aburrida repetición de las predicaciones sin base bíblica. Estoy cansado de oír “No juzguéis, para que no seáis juzgados”, estoy cansado de que los predicadores les pongan bozal a las ovejas y que les digan “No toquéis al Ungido de Jehová”, en lugar de decir como Pablo, “Todo lo que oísteis y visteis y aprendisteis de mí ESTO HACED, y Dios estará con vosotros”.

El crucero de la bendición

Me cansan los “súper ungidos” que te hacen viajar a donde viven para imponerte las manos en la cabeza y “traspasarte la unción y la visión”. Nada de Biblia. Todo es invento de hombres.

¡Qué doloroso es observarlos sin la verdadera unción del Espíritu Santo! Buscan crear ambientes espirituales con gritos y manifestaciones emocionales usando la psicología. No hay nada más desolador que un culto carismático con excelente sonido y luces multicolores, humo que pretende ser la “Nube de la gloria de Dios”, pero sin vitalidad espiritual, el ruido, los gritos y el desorden, las luces y el humo no son espiritualidad.

Me cansé de los chistes trillados sobre Pedro y muchos otros. ¡Cuántos “Comediantes cuentachistes”! Estoy tan abrumado, pero más que eso, es tristeza.

Y del último grito de la moda evangélica, Viajar en un “crucero” por el Caribe acompañado de los cantantes cristianos más famosos, y que han ganado Grammys, y con los mejores MOTIVADORES que te rascarán el oído con sus chistes y grandes revelaciones sobre el éxito y la prosperidad.

Me cansé de ver “evangelistas” que tiran el saco a las multitudes para recibir “la unción de Dios”. Me dejan abrumado al verlos “caer bajo el poder el Dios” para ser filmados en video y después decir: ¡Avivamiento!

¿Avivamiento o Agitamiento? o ¿Aviva…Miento?

Me entristecen las preguntas que me hacen sobre la “vida cristiana”. Personas que preguntan si pueden ir a fiestas del mundo, hacerse tatuajes, bailar en fiestas, recibir tratamiento con acupuntura, practicar karate y hasta yoga. La lista es enorme y parece inacabable.

Me cansa ese “cristianismo” mediocre tercermundista, carnal y ciego.

Me cansan los libros de escritores norteamericanos evangélicos traducidos al español. Ya no aguanto más libros de veintiún pasos para un liderazgo exitoso, ¿súper cristianos en 40 días?, todos estos Best Sellers sólo han venido a mostrar la verdadera condición de la iglesia: Miseria espiritual, IGNORANCIA DE DIOS Y SU PALABRA Y ANOREXIA ESPIRITUAL.

No logro entender cómo una iglesia necesita copiar los ejemplos de iglesias de EE.UU. Me cansé de tener que opinar si estoy de acuerdo o no con el nuevo modelo de “Mega crecimiento” copiado de la mercadotecnia secular y que está siendo adoptado POR TODO EL MUNDO ENTERO.

Me desespera tener que explicar que no todos los pastores son fraudulentos y mentirosos, aduladores y de doble moral. No existe nada más extenuante, desgastante y agotador tener que demostrar, a familiares y amigos cristianos y no cristianos, que aquél último escándalo de la farándula cristiana es una excepción. “No todos somos iguales”, ya me cansé de repetirlo.

Apostolitis aguda

Me cansé de los hambrientos de poder, de reconocimiento y de poder político, el liderazgo está enfermo de apostolitis aguda y empeorando.

Me cansé de los que presumen ser “Doctores” en teología con su título que consiguieron por 750.000 pesos en Internet. No soporto escuchar que otro más se autoproclamó “profeta” o “apóstol”.

Sé que estoy cansado, sin embargo, seguiré adelante, ya no puedo volver atrás, el AMOR DE DIOS es más fuerte.

Es hora de emprender el regreso

Pero he decidido no participar más en el “cristianismo” que fabrica becerros de oro y vacas sagradas. No me pelearé por los primeros lugares en las cenas. Jamás inscribiré mi nombre en un congreso para ir a escuchar a ciertos oradores en DONDE SE COBRE LA ENTRADA.

Renuncio a querer adornar mi nombre con títulos de cualquier especie. No deseo ganar aplausos de auditorios famosos. Buscaré la convivencia de CRISTIANOS Y DE PASTORES QUE NO TENGAN ESPIRITU DE PLATAFORMA.

Me parece difícil de encontrarlos, pero siempre Dios guarda a hombres y mujeres que no se arrodillan ante Baal.

Posiblemente dirás: “¡Qué frustrado y negativo te ves y te oyes!”

Sí, lo estoy, pero no de Jesús y su hermosa Palabra que alumbró mi caminar, sino de las mentiras, fraudes y corrupción de los que se autodenominan “Ungidos de Jehová”.

El significado del término Selah en los Salmos


La palabra Selah se encuentra setenta y una veces en los Salmos y tres en el cántico u oración de Habacuc, en el texto hebreo. Los traductores de la Vulgata omitieron esa palabra al poner la Biblia en lengua latina; pero en nuestra versión llamada de Valera, encontramos la palabra Selah las mismas veces y en los mismos sitios que la empleó el texto hebreo.

¿Qué significa la palabra Selah, que Valera ha dejado sin traducir?

En la versión griega llamada de los Setenta, la palabra se traduce por diapsalma, o nota para el canto, con la cual se indicaba pausa o elevación de voz, o mudanza de tono.

Según San Jerónimo la palabra Selah significa siempre, y así la traduce en su versión de los Salmos.

San Agustín, suponiendo bien traducida la palabra Selah por diapsalma, dice: "Diapsalma interpositum in canendo silentium significat." El diapsalma interpuesto en el canto denota silencio.

Nuestro hebraizante el Dr. García Blanco se opone a que la palabra Selah sea una diapsalma o nota ínter musical, que eso quiere decir la palabra griega; y sostiene con argumentos filológicos, que no es del caso aducir aquí, que por razón de sus letras radicales la dicha voz hebrea significa astuta, estimulo de afecto, silencio; y por tanto debe traducirse siempre que ocurre, no de la misma manera, sino en relación a los pasajes a que se junta, si bien reteniendo su significación primordial.

Así el mencionado doctor traduce la palabra Selah en el Salmo tres, versos 2, 4 y 8, por secretamente. En el Salmo 7 verso 5 por silenciosamente. En el Salmo 9 verso 16, por maquinación oculta, y en el verso 20 por ocultamente. Y sigue dando otras equivalencias parecidas en los demás lugares en que ocurre.

La palabra, pues, ha dado lugar a varias opiniones, como ven nuestros lectores, y no creemos que esté resuelta la cuestión todavía.
Más, puesto que no está traducida en nuestra versión, ¿qué debemos entender por la palabra Selah, en la práctica, cuando la hallemos en el texto?

Lo que no puede explicarse con palabras tal vez pueda entenderse con el corazón. Hay cantos sin letra cuyo significado se revela a la mente pensadora sin necesidad de comentario alguno; y ciertas veces el silencio es más expresivo que la palabra. Y así el Selah, que podríamos llamar la sagrada pausa del Salmista, al presentarse después de una verdad importante o de un pensamiento nuevo, no requiere nada más: la lengua calla; tal vez el arpa o el salterio sigue repitiendo en melodiosa cadencia la última frase del cantor, mientras nuestros corazones, asintiendo interiormente a la verdad divina, comprenden que aquel Selah es nuestro amen, así sea.

Hay, por ejemplo, tres Selah en el Salmo tercero. Examinémoslos con relación a los pasajes que acompañan, y veamos si encontramos alguna significación.

En el verso segundo: "Muchos dicen de mi vida: No hay para él salud en Dios. Selah."

Este es el Selah de admiración. El varón de Dios se siente sorprendido como de espanto ante el pensamiento de tal blasfemia contra Dios y su Padre. ¡Qué no hay auxilio para él en Dios! Su lengua enmudece, su arpa calla estremecida; medita un momento como si estuviese horrorizado, y luego reuniendo sus fuerzas prorrumpe en una exclamación de santa confianza: "Mas tu, Jehová, eres escudo alrededor de mi; mi gloria y el que ensalza mi cabeza." Verdad que su propia experiencia atestigua, y que le hace decir" "Con mi voz clamé a Jehová, y él me respondió desde el monte de su santidad. Selah."

Este es el Selah de alabanza. Calla de nuevo la voz del canto, y parécenos ver los ojos del cantor elevados en muda pero solemne adoración.

Su propia experiencia le lleva al conocimiento de una verdad grande y general, y en el último verso exclama: "De Jehová es la salud: sobre tu pueblo será tu bendición. Selah."

Este es el Selah de triunfo. El cantor ha empezado el salmo con una queja, y lo termina con un grito de victoria.
En nuestra lectura de los Salmos, hallaremos gran provecho espiritual, si hacemos estas o parecidas observaciones cuando encontremos la palabra Selah.